-
Tomamos unas raciones para cenar en su agradable terraza y fue un acierto. La ración de ensaladilla rusa es abundante y se la pedían casi todas las mesas (por algo será). Las brochetas de albondigas son muy sabrosas. Las madejas, la tostada de solomillo y la tostada de bacalao ahumado también merecían mucho la pena. Los precios son correctos. El personal fue rápido y agradable. Volveremos
Idealmente situado, frente al Grand Hotel, en el sector más elegante de la ciudad, descubrimos este bar, con opciones de tapeo. Una carta de vinos a precio justo, probamos un Chardonnay de 2020 de a Bodega Sommos. Y unas raciones copiosas como podeis apreciar en las fotos. Añadiré que el servicio fue muy bueno, el camarero siempre atento, el decor es muy original y el bar muy bien frequentado. A partir de las 20h reservan las mesas para comidas y nos ha parecido todo impecable. Volveremos sin duda, probar otras especialidades. Recomendable 100%.
buen ambiente, limpio, iluminado y bien atendido. Buenas tapas y servicio bueno. Precios correctos. Recomendable
Estuve cenando con mi pareja. Tenemos una doble valoración. Por un lado, nos gustó la comida, la carta es variada y estaba bien cocinada. Por otro lado nos defraudó el trato hacia el cliente. El pasillo hacia el baño parecía un trastero, un espacio para almacenar cosas sin dejar casi espacio de paso. El colmo fue que sin terminar de cenar empezaron a sacar las bolsas de basura desde la cocina, pasándolas por delante de nuestra mesa para sacarlas a la calle. A ver si entendéis que cuando salimos a cenar, es porque queremos que se nos trate bien. No es por necesidad, es por placer!!!!!!!.
No le doy 0 estrellas por qué no deja, comimos el miércoles, madejas quemadas, arroz pasado, el rinconcito estaba CRUDO, no sé si piensan que era ternera para hacerla vuelta y vuelta, luego estuvimos esperando al camarero más de 20 minutos para las bebidas, había 2 chicos y los dos a su marcha pero sin hacer su trabajo. Servicio 0 comida 0 trato -100 y luego 0'75€ cada rodaja de pan que ni pidió mi marido, ni mi hija ni yo. No vuelvo, no lo recomiendo. Espero que con el tiempo las cosas se puedan mejorar por qué la zona es bonita y el bar lo único llamativo los platos de la entrada. Para colmo, al traer la cuenta 3€ un botellín de quinto de Export? El único lado que te roban por la cerveza.
Todo muy bien, en especial la fidegua y espectacular el taco picante, he tenido que repetir. Croqueta muy bien también. De postre pastel ruso de Ascaso, final redondo.
Demasiado caro para lo que es, un bar normal y corriente como miles que hay en Zaragoza. Y el personal muy poco agraciado físicamente, vamos, que nada invita a entrar. El dueño muy soberbio y con aires chulescos. No lo recomiendo para nada.
La comida no está mal pero no reservéis a las 22h que a las 22:30 cierran la cocina y a las 23 te echan aunque ponga que cierran a las 23:30. Fui el viernes, no ayer, míralo en las cámaras también si quieres