Restaurante rústico de especialidades vascas. Pinchos, carnes a la parrilla, platos de bacalao y vinos regionales en un restaurante de cocina vasca.
Excelente sitio para disfrutar de una fantástica carne a la parrilla también tienes opción de pescado. La calidad es muy buena, el servicio no es tan bueno como merece el restaurante. La materia prima muy buena. Es muy recomendable para comidas de trabajo
Había ido al del borne a tomar pinchos y en este local me había comentado un conocido que se comía bien y el local es austero. Bien, fui a tiro hecho a por el chuletón con patatas y ensalada. Nos trajo por confusión ventresca de atún con anchoas(no dije nada por no tirarles para atrás el plato) luego el pan te lo ponen sin previo aviso cosa q es costumbre de muchos restaurantes, y bien por ahi tampoco dije nada. Traen dos chistorrillas q parecen un estornudo de lo pequeñas q son, del tamaño de una aceituna para picar con el pan y el aceite q hay q pedírselo sino ni lo traen. Luego llega las patatas (horneadas y luego fritas) bueno pues las patatas bastante duras y rehechas…(no quiero ser muy crítico con maldad porque un día malo lo tenemos todos) ensalada básica con cebolla sin más. Chuletón bien, sin más, y no preguntaron el punto de la carne y lo trajeron demasiado hecho para mi gusto, y tampoco les dije nada porque la verdad que paso de ir corrigiendo a cada movimiento. Pero agradecería la pregunta de protocolo y q se cumpla al fin y al cabo, no? Bueno pues nada, el chico q nos atendió demasiado familiar sin conocernos de nada, pero tampoco le dije nada. Total q pido la cuenta sin postres ni café , no por nada, no quería postre, no quería café y el ambiente no se prestaba tampoco. Llega la cuenta y plas!! Veo el importe más elevado de lo pensado pero no tan elevado como para asustarme (150€) pero algo en mi me da q mirar el ticket y veo q habían contado 2 copas de mas de vino. (Tampoco mire más el ticket a fondo porque paso del hábito de mirar mucho) total que por mi parte es un lugar que no repetiré o si, pero me deja mucho q desear por la reputación que escuche. Por el contrario recibo comentarios de otros locales y a mi me encantan , así q tampoco lo estoy negando como local, pero no le veo la química. Muchas gracias.
Trato muy bueno por parte del personal. La comida estaba deliciosa. Pedimos una morcilla vizcaína y tortilla de bacalao como entrantes. Ambos muy ricos. Y para continuar pedimos chuletón de vaca vieja por cada dos (aproximadamente son de 1'2 kgs con el hueso y grasa). El sabor de la carne es demencial, una de las mejores que he probado sin duda. Nos pusieron pan de masa madre para acompañar. De postre nos tomamos una tarta de queso que quitaba el sentido. El precio es acorde al sitio, es caro pero he de decir que casi todo lo vale.
Restaurante de calidad tanto en atención como en la comida. El interior es muy acogedor y tranquilo. Tienen zona de barra con pinchos y una sala para comer a la carta. Lo tecomiendo 100%. Además me han confirmado que no hay problema de comer si eres celiaco?
Un clásico! Nos encanta venir a Sagardi!!! Este restaurante es elegante, sobrio y con un producto excelente! Los entrantes son buenísimos y de principal recomiendo el rape negro y la txuleta. Un sitio para disfrutar a tope aunque el precio pica un poco…
Nos ha encantado el servicio y hemos disfrutado con la comida. La decepción ha sido no poder comer chuletón, ya que la pieza pasaba de 1 kilo, demasiado para una persona. Según la explicación que me han dado es según como les lleguen las piezas, así salen los chuletones y que si no como nada mas, es posible terminarlo (yo voy a restaurantes a disfrutar, no ha hincharme) . Eso quiere decir que cuándo me apetezca chuletón no me lo jugaré yendo a este restaurante. Por lo demás insisto, muy recomendable.
Excelente experiencia. El servicio muy amable y profesional. Producto autóctono del País Vasco y de proximidad. Lo recomiendo al 100% para cenar en pareja o en grupo con amigos. El tirador de sidra genial y recomendable.
Encontramos el restaurante por casualidad, y a pesar de ser un poco tarde la cocina seguía abierta y nos recibieron amablemente (hasta las 23:30). La decoración es simple, y el salón es expacioso y elegante. La comida de calidad y bien presentada El plato de ensalada nos sorprendió por su gran tamaño. Recomendables el paté de campaña y las carnes a la brasa con acompañamiento de puré de patatas. La camarera excepcional.