Recetas italianas en local sencillo. Cocina italiana de toda la vida abierta desde 1969 con especialidad en pastas frescas y pizzas de masa casera.
Vinimos 3 , sigue siendo increíble ! pizzas para celiacos ! 100% recomendable
La pizza maravillosa como siempre. Muy buena atención. Sitio mítico en Zaragoza. Altamente recomendable.
la acústica es muy mala, apenas podíamos oírnos entre nosotros, y además, lo q hemos probado, las pizzas no merecen la pena. La barbacoa tenía una cantidad de aceite inimaginable encima, la tuve que absorber con servilletas y aún así seguía teniendo mucho. Otra pizza q se pidió tenía la masa cruda y no era casi comible. La luz del baño va muy mal, es d sensor de movimiento pero aunque uno se mueva no se enciende. Lo que si le voy a dar bien es la atención al cliente. Todas las camareras han sido muy agradables y correctas, he estado muy contenta con su trato. Pero definitivamente no volvería.
Pedimos dos pizzas, una familiar de quesos y otra mediana de espinacas, nata y bacon. La verdad es que ambas estaban muy buenas, la masa era crujiente y se notaba que estaban recién hechas. Si tuviera que sacarle algún fallo sería que la de quesos la noté un pelín grasienta, pero a pesar de ello estaba deliciosa, como previamente he comentado. Si bien es cierto que no me esperaba que la familiar tuviese un tamaño tan grande, demasiado para dos, pero perfecta para compartir con más gente. Es un restaurante muy recomendable.
Como digo en el título: Una gran decepción. Conocíamos el sitio desde hace muchos, muchos años (habíamos comido y cenado varias veces en los años '80, nada menos). Vivimos hace bastantes años fuera de Zaragoza y aprovechamos el pasado jueves, 17 de noviembre, que estuvimos allí, para revivir las buenas experiencias pasadas. Un desastre completo. Llegamos a cenar cerca de las 21h. Entramos un poco por "romanticismo", ya que no había nadie e incluso las luces del comedor estaban apagadas. Al menos oler, olía a pizza, imagino que para atender la media docena de pedidos que vinieron a buscar los típicos "riders". Todo lo siguiente hizo juego con lo anterior. Ambiente muy, muy decadente, mala cena y pésima atención. Pese a estar solos tardaron mucho en tomarnos nota y muchísimo en servirnos. La botella de vino blanco que pedimos, la vimos encima de la barra al menos quince minutos, hasta que chica que nos sirvió se digno traernos, ya que estaba muy ocupada hablando con otra persona que vino y se quedó en la barra. A los diez minutos de sentarnos, entró otra mesa, la única de la noche, con una familia que parecían habituales, por el caso que les hicieron al lado de nosotros, a los que nos dio la sensación que no nos hacían ni puñetero caso. Tomamos un "tomate caprese", sin ninguna gracia y con unas anchoas llenas de espinas encima de cada "caprese". Después una pizza "bajo Aragón", igualmente sin ningún sentido ni gracia. Sin postre ni café ni nada, que el lugar no invitaba a permanecer ni un minuto más, 36,00 €, muy caro además para lo mal que cenamos. Una pena el ver cómo un sitio estupendo se convierte en un lugar sin ninguna gracia ni atractivo. Lamentablemente no volveremos.
He pedido una pizza proscuitto y funghi, qué fue orible. Champion de lata, mozzarella no era,era queso en polvo. Orible,para tirarla. 20 euros para la basura. No recomendable.
Cenamos 4 personas. El servicio rápido y los camareros muy majos. Las pizzas con ingredientes sabrosos pero masa gorda y dura. Las pizzas llenan y te hacen el apaño. Pedimos un lambrusco, embotellado en 2017 y estaba malo. Se lo dijimos a la camarera y le ofrecimos que probase. Muy amablemente nos comentó que efectivamente estaba malo y nos trajo otra botella. La siguiente estaba igual, esta vez les dijimos que no sabíamos si es que estaba malo o es que directamente sabía mal de la poca calidad que tenía. Esta vez otro camarero nos dijo que es que "es así". Pedimos cervezas y no tocamos el lambrusco.
Han mejorado las pizzas al hacer la masa algo más fina y crujiente. Si ya me gustaban, ahora más. Además, son bastante económicas para la lograda calidad. Y hay mucha variedad.