SLVJ Valencia

Restaurante decorado con gusto y algo diferente de lo que estamos acostumbrados en Valencia, con algo de animación entre plato y plato con música comercial y conocida por todos los mayores de 40. Divertido para grupo de amigos o empresa. La comida nada nuevo y bastante regular, sin sorprender. Muy lentos en servir por lo que bebes mas de lo normal. Precio elevado para el tipo de local y por la comida. El personal muy atento y simpáticos . En definitiva es el restaurante imperdible para conocer pero no para repetir.

Local diferente en Valencia. La decoración es muy bonita y curiosa. Tienes que ir con buena predisposición ya que de vez en cuando aparecen los camareros bailando y cantando. El espectáculo invita a que cantes ya que la música es muy conocida y divertida. La comida es muy buena y de calidad. Barato no es, pagas la calidad que ofrecen.

Una verdadera locura en cuestión de comida. Muy bueno todo!!! Las carnes en su perfecto punto, el Sushi espectacular y los postres bestiales, sobre todo el Cacao SLVJ!! La única pega que le veo al local (y no en exceso) es el servicio. Muy atentos pero para mi gusto un poco serios. El local con una decoración impresionante. A mi parecer, el precio va muy acorde a la calidad. No me pareció muy caro.

El concepto es chulo. Local bien decorado y la carta atractiva, los platos están pensados y la presentación muy bien, pero la elaboración no termina de convencer. Todo está bueno, pero no tanto para el precio que tiene. Tal vez si los precios fuesen un pelín más moderados, la percepción sería otra. El servicio fue muy amable, pero un poco lentos.

Más sombras que luces. Empezaré reconociendo que se come muy bien. Lo pagas, no importa porque está muy bien elaborarlo todo. Dicho lo cual , a partir de ahí todo sombras, la atención no está a la altura, están más preocupados de que abandones el local que en atenderte, con una copa a medias en la mesa hoy un viernes nos han invitado a irnos. He tenido que escuchar más de cinco veces que se cerraba la cocina, se cerraba la mesa y que hacían caja. Éramos en todo el restaurante a la hora de comer hoy viernes 8-10 personas, al principio sorprende luego lo entiendes. Una pena, bien decorado comida bien, política bajo mi punto de vista muy muy equivocada. Detalles como tardar mucho en servir la bebida, pedir una copa premium y no servirla en la mesa etc. Es un querer y no poder para mi.

Nos gustó mucho; No solo la comida, que también, sino la experiencia en general. El local, el ambiente y decoración, la música, el personal y el performance que hacían durante la comida en algún momento. Fuimos a comer y, como no sabíamos qué pedir exactamente, pedimos el menú de mediodía, y además algunos platos que quisimos probar. Todo muy muy bueno. Nos gustó mucho, y hubiéramos comido bien sin pedir platos fuera del menú. En cuanto a calidad precio, comer a la carta es caro, y por la noche no tienen menú, pero el local se convierte en sala con música y puedes tomar una copa luego. Aunque no lo he probado, tiene que estar genial también (por feedback & recomendaciones recibidas). A nosotros el precio de la comida nos pareció muy bien con todo lo que pedimos. Repetiremos seguro!

Sigue la línea de todos los locales que se están inaugurando últimamente, una decoración muy bonita pero los platos no son destacables. No entiendo esa moda de poner las mesas como las de las hamburguesería autoservicio, tan juntas,que no tienes intimidad. La relación con calidad precio tampoco convence, 3 personas 164 Euros. Los camareros muy atentos, y la puesta en escena fenomenal, pero no lo recomiendo.

Un local peculiar, la decoración no es muy especial, salvo dos rinocerontes de colores. La comida está muy buena, las presentaciones muy elaboradas, incluyendo los postres.El servicio muy atento y amable. El precio un poco caro porque al final pagas no sólo la comida sino la experiencia ya que lo largo de la cena hay varias actuaciones. No le doy más puntuación porque teniendo en cuenta la situación que estamos se permitió por parte del personal que hubiera gente fuera de sus mesas en la zona de DJ bailando sin mascarilla y sin respetar la distancia social con las mesas más cercanas a la zona de DJ entre las que se incluía la mesa en la que me encontraba. No fue un hecho aislado ya que la situación se prolongó bastante y todo el personal del restaurante lo estaba viendo y consintiendo, cosa que me hizo incomodar mucho puesto que se tarta de un local en planta sótano sin ventilación. Creo que es una cosa que deben solucionar y no permitir en la actualidad.