-
Local amplio y acogedor. Gran variedad para desayunar: tortillas, tostadas, bollería ... El problema es la lentitud del servicio a pesar de que el local estaba casi vacío. Merece la pena otra visita para comer por la calidad.
Se puede resumir de varias formas pero la realidad es que después de haber remodelado del local han conseguido llegar a una plenitud poco vista en el centro de Vitoria respecto a la comida es una mezcla entre chino y japonés y la verdad que está muy lograda el servicio rápido y servicio muy atento. Segunda vez que repito en este local y con una sensación muy buena se puede repetir una y otra vez gran elaboración por parte de cocina.
Lugar perfecto para cenar en el centro de Gasteiz. Trato acogedor. La comida muy rica. Solo les falta mayor experiencia.
Nuestros pasos nos llevaron a la puerta de éste local mítico del centro de Vitoria, un lugar correcto donde siempre se podía disfrutar de una caña y una tapa. Pero fue el destino quien nos empujó a entrar en este pequeño bar, ya que nuestra intención inicial era dirigirnos al Green, que se encontraba a pocos metros. Unos días atrás, había notado la reapertura de este mítico local Vitoriano, pero fue la visión de los numerosos pintxos que se divisaban desde la calle lo que terminó de convencerme. Al entrar en el bar, nada parecía especialmente extraño, excepto por los innumerables platos, tazas de café y copas sin recoger que se apilaban en la barra. La decoración, aunque no era especialmente acogedora, era lo suficientemente agradable como para pasar un rato tomando algo. Una de las camareras se escondía detrás del tirador de cerveza, como si no quisiera que la vieran. La otra camarera, con una expresión distraída y poco interesada, nos miró tímidamente. Parecían ocupadas, como si atender al cliente no fuera su principal prioridad. Su mirada se detuvo en mi compañera. "¿Qué queréis?", preguntó. Pedimos una caña y, tras echar un vistazo a las infusiones, decidimos probar una de té blanco con vainilla y unas patatas bravas. Nos sirvieron la cerveza y un vaso medio lleno de agua caliente. "Les pides más agua después", me dijo Rogelia. Pero los minutos fueron pasando y nuestras consumiciones se fueron acabando. Después de 45 minutos, nuestro plato de patatas bravas apareció en la mesa. "¡Aquí tienen!", dijo la camarera. "Ay Dios", exclamó mi compañera, "las teníamos ya olvidadas". Habíamos llegado a pensar que no nos habían entendido, que tal vez 10, 15 o incluso 20 minutos fueran comprensibles, pero 45 minutos por unas patatas bravas sin gracia es demasiado. "No gracias", dijo mi compañera. "Este lugar es perfecto para ver el fútbol en pantalla grande y pasar un buen rato, pero el servicio deja mucho que desear. Creo que el cliente merece algo más, especialmente cuando hay tantos otros lugares a los que ir".
Un sitio acogedor, pero el problema es la lentitud del servicio y la camarera muy desagradable a pesar de que el local es bonito, el ambiente es tenso y la tortilla ?. Le pido que me caliente un poco la tortilla con jamón y me derrite la tortilla...."volveré sin duda"
Es un buen sitio para tomar y picar algo. El local es grande y siempre está limpio.
Una auténtica vergüenza Reservamos para 15 personas y tuvimos que esperar 20 minutos para conseguir siquiera asiento para todos. Las patatas que nos trajeron a modo de entrante estaban crudas, y entre los primeros bocatas que empezaron a salir y los últimos hubo por lo menos 25 minutos de diferencia. Los cubiertos llegaron a base de insistir, ni tenedores ni cuchillos, y tampoco fueron capaces de traer servilleta de un tamaño apropiado para la comida. Las hamburguesas 37 vinieron sin queso de cabra, sin ningún tipo de aviso previo. En general, un trato malo y chulesco ante las distintas quejas Todo un auténtico despropósito. No volveremos bajo ningún concepto.
Tardaron mucho en servirnos y la cantidad de comida era justa tirando a escasa. El cocinado fue correcto sin más. Hay mejores sitios para ir por lo que pagamos a mi parecer. Tuvimos que pedir expresamente pan. Para ir un día que no tengas mucha hambre y tengas mucho tiempo. Lo mejor,que es muy céntrico , el local es agradable y el pantallon de tele.