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Hemos ido a probar el menú que nos habían hablado muy bien y ha sido muy agradable la experiencia! Nos ha encantado tanto la presentación cómo la calidad y elaboración de los platos, también hay que mencionar el buen servicio y la amabilidad. Olvidaba decir que tienen una variedad de panes y a cuál más rico! Gracias! Volveremos!
Sitio elegante con elaboraciones muy trabajadas y exquisitas. Pedimos el menú degustación (versión corta de 10 platos) y nos encantó. Destacamos sobre todo el Arroz de presa ibérica, los Tallarines de sepia con trufa, la Panceta a baja temperatura y el postre de Manzana. El local es elegante y el trato por parte del personal muy amable y profesional. Muy recomendable ir allí y probar su menú degustación. (Aprox. 45€ por persona, bebida aparte).
Probamos el menú degustación largo y quedamos muy satisfechos. Relación calidad-precio del menú muy adecuada. Productos de primera y cocinados a la perfección. El servicio extraordinario. Cuenta con una carta de vinos muy amplia con diferentes D.O. Nos encantó. Sin duda repetiremos.
El local, con una decoración sencilla, conserva el encanto de haber albergado las caballerizas del palacio. El servicio atento, encantador y amabilísimo en todo momento. La comida estuvo bastante bien; a destacar los pinchos de corchifrito, por su espectacular presentación, los entrantes de cecina con foie y el chipirón relleno de kimchi y como plato principal el arroz meloso con presa ibérica. Muy buena carta de vinos. La única pega es que no se puede decir que sea un lugar muy tranquilo. Debido al abovedado de su techo, las conversaciones de las diferentes mesas llenan el lugar y se hace difícil mantener la conversación en la mesa propia. Pero aún así, es un restaurante muy recomendable donde dejarse mimar.
Reservamos para cenar (se llena porque es pequeñito) el menú junior (38€ más bebida). Es contundente, no sales con hambre. En cuanto a calidad me decepcionó un poco, el arroz estaba duro y el chuletón también. Tienen varios panes diferentes incluidos en precio, no incluido el agua que parece del grifo, lo cual no me agrada que te lo cobren en un menú así (mejor pedid vino). El pincho de corchifrito muy original, y los postres estaban muy buenos (pena que no incluya la tarta de queso). El servicio impecable.
Todo perfecto: la comida, el servicio, el lugar... Sólo tiene un defecto: nosotros estábamos sentados en una esquina, y oíamos perfectamente a los de la esquina opuesta (bastante alejada, por cierto), supongo que a causa del techo abovedado. Muy curioso. Por lo demás, fantástico. Y una carta de vinos espléndida. ?
Ya conocíamos por experiencias anteriores el buen hacer de este restaurante en cuanto a los platos de su carta, pero para esta ocasión decidimos probar el Menú Degustación "Largo" y aunque íbamos con unas altas expectativas, estas se vieron cumplidas plenamente. La atención del personal, como siempre, excelente, y el sabor y presentación de los platos inmejorable, además el precio del menú me parece acorde a la calidad de la comida. Sin duda, muy recomendable.
Fuimos a cenar 3 amigas, y en general todo muy bien. Destacar lo simpático que fue el chef, la verdad, nos pareció un chico muy amable. Uno de los platos que pedimos fue steak tartar y sale a prepararlo; estaba riquísimo. De los 4 platos que pedimos, el orden de lo que más me gustó sería: chipirones - steak tartar - pulpo - arroz meloso. El relleno de los chipirones realmente estaba espectacular, y tuvieron el detalle de dividir las raciones en 3 platos porque íbamos a compartir. No es que el arroz estuviera malo, para nada, pero puestos a ordenarlo... Quizá no fue la noche más acertada a ir por el tema de cenas de empresa, reuniones, etc., porque en el local había mucho ruido (esto no depende del restaurante, claro). El servicio quizá fue un poco lento (entiendo que por lo comentado anteriormente) y también tardaron bastante en cobrarnos. Pero la comida estaba buenísima, el pan que te ofrecen estaba también muy rico (especialmente el de pimentón). De precio, por cabeza 30€, tomándonos una cerveza. Más o menos lo normal teniendo en cuenta lo que se suele pagar ya desde hace un tiempo por comer, y valorando la calidad de la comida. Me gustaría volver otro día para probar el resto de la carta y los postres (que nosotras no pedimos porque terminamos llenas).