Taberna Antonio Sánchez - 1787 - La Taberna más antigua de Madrid

Nada más entrar es el tipico bar con barra y mesas pequeñas, pero al fondo se encuentra la zona de restaurante. Nos pedimos unas croquetas de jamón, unos huevos estrellados y unos callos. Todo excelente. La carta tiene platos típicos, pero el cocido lo tienes que reservar con antelación. Los vinos un poco justos. El personal muy agradable y atento. El precio justo

Hemos ido mi pareja y yo y la comida estaba muy buena. Nosotros hemos pedido unos pimientos del padron para picotear y luego la oreja y la costilla de cerdo y de postre la cremosa tarta de queso. Nos han atendido muy bien y la verdad que muy rápido. Un sitio muy bonito! Repetiremos seguro!!

Maravilloso lugar.. lleno de historia. Y comer allí un lujo. Relación calidad - precio muy correcta. Trato de los camareros excelente. Tal vez el pero de que fallaron muchos platos de la carta xq no tenían el producto disponible. X todo lo demás..todo genial

Es la segunda vez que vamos a la Taberna de Antonio Sanchez. El aroma histórico de este lugar te envuelve desde que entras. De esta histórica taberna destacaría: - platos tradicionales históricos muy bien cocinados como el rabo de toro y la tortilla de callos. - buena calidad precio. - lugar acogedor, lleno de historia. - atención correcta y eficaz del personal. Por poner algún pero, diré que a la hora del postre, si pides la tarta de manzana, en el menú pone que va a tardar 10 minutos pero el camarero te advierte que va a tardar 20 minutos. Mucho tiempo para un postre pero sí que es cierto, que la tarta llegó en 10 minutos y antes de lo esperado y estaba buenísima. Recomendaría al 100% que todas las personas que pasen por Tirso De Molina vayan a la taberna de Antonio Sanchez.

La taberna más antigua de Madrid, es una gozada nada más entrar. Con un trato excepcional, nos ofrece un viaje al pasado, con parte de su decoración. La comida está muy bien, y los precios están por debajo de la media en Madrid. Su menú de 13€ es muy completo y Variado. En mi próximo viaje, tengo muy claro que volveré. Ah! Las torrijas, son las mejores que he comido nunca. De diez....o más.

Buena comida y atención. Lugar con encanto sobre todo en su bodega que permanece un tanto oculta y que merece la pena visitar. La tortilla vaga con callos es una delicia que por si sola te sacia por completo. Muy recomendable.

Hemos estado tomando un vino. El sitio tiene un ambiente y decoración que te trasladan a otra época. De fondo se oía suave el concierto de Aranjuez. Las copas de vino eran generosas y nos atendieron muy amablemente. Habrá que volver otro día para probar la comida.

Dicen que es la taberna más antigua de madrid, una decoración muy española de la época, con muchas imágenes taurinas. Las croquetas de cecina que pedimos de entrada estaban espectaculares, crujientes, cremosas y con un sabor potente. Elegimos la opción del menú del día, de primero salmorejo/ gazpacho y una ensalada de tomate con anchoas que estabas muy correctos, de segundo solomillo en cama de boniato que estaba muy normal, algo seco, también bacalao en tempura con alioli que esté si estaba muy rico. La atención de los camareros y la rapidez en los platos de 10. Que se puede pedir más a un menú de 12€, eso si la ración de croquetas 9,50€.