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Muy bien la comida, platos diferentes a lo habitual. Me ha gustado la tortilla de collejas, me recuerda mi infancia cuándo mi abuela las iba a recoger al campo y después nos hacía una tortilla. Excelente el rodaballo con manitas, la unión de las dos gelatinas, tierra y mar, hacen un plato diferente pero muy especial. Atención de primera y muy atentos.
Recomendación de un amigo de trabajo, buena por cierto Mollejas deliciosas, manitas de cerdo y pastel de zanahoria. Todo rico rico, como decía aquel, ambos platos con patatas fritas de toda la vida, es bonito y aciertos acogedor el sitio, se está a gusto. Calidad precio correcto, 25 por cabeza con 3 bebidas, hemos salido contentos y bien comidos. Repetiremos y lo aconsejo.
Tengo la suerte de viajar mucho. Por todo el mundo. En esta ocasión un compañero me llevó a comer aquí. Es amigo del dueño de toda la vida. Un cocinero de oficio, que le pone conocimiento y pasión. Restaurante muy coqueto, limpio, minimalista en la decoración y con un buen aire acondicionado. Carta, pues simple, lo que tiene a mano del mercado y temporada y bien elaborado. De alta calidad y muy bien tratado. Pedimos una ensaladilla rusa. Sin palabras Compartimos unas navajas con habitas. No mordí ni una piedra. Ni una. Exquisitas y bien trabajadas. Y por último un manjar poco habitual; unos pies de "ministro" deshuesados con bacalao. Una delícia. Hacía tiempo que no comía un bacalao tan bien trabajado Y de postre me decidí por un coulant con chocolate fondente. Tienes que probarlo.
Entramos a este sitio de casualidad ya que nos venía de paso para ir al hotel y menuda sorpresa. Siendo sincera al principio la carta no me llamó mucho la atención ya que muchos de los ingredientes no eran de mi agrado pero me alegro mucho de haberle dado una oportunidad. Pedí merluza de pincho al horno y estaba espectacular, creo que nunca he comido una merluza tan buena. El postre de torrija de otro mundo. El cocinero salía para preguntar a los clientes, lo que me pareció un detallazo. Personal muy atento. Cuando vieron que no nos decidíamos enseguida vinieron para echarnos una mano con la carta. Sin duda recomendable
Nunca falla. El mejor sitio para comer en Cordoba, con diferencia. Materia prima de primera calidad, tratan el producto de forma perfecta para sacar el mejor partido. Innovar sin olvidar la esencia. Enhorabuena, Rafa Bellido y equipo, sois perfectos! De vuelta otra vez, simplemente reiterar lo ya dicho.
El local es bonito y agradable, la carta variada y a buen precio. zona. Todo lo que probé estaba espectacular: tagarninas con langostinos, medallones de solomillo ibérico y un riquísimo bizcocho de naranja con chocolate y helado. Recomendable y para volver.
Me llevé una muy grata sorpresa, pese a que el lugar es muy pequeñito y sin ventanas, es acogedor y nada agobiante. La comida estaba excelente y el trato es muy bueno. Me gustó mucho que el cocinero se pasase por las mesas para preguntar cómo estaba todo. Otra cosa que me sorprendió es que la carta está escrita a boli y fotocopiada, a mí me dió a entender que es porque la cambian constantemente según lo que preparen.
Fui con mi pareja de turismo a Córdoba y encontramos este pequeño local con muy buenas valoraciones en el Maps. Pese a que la comida estaba muy rica y era elaborada y exótica, nos sorprendió encontrar con que nos cobraban 1,5€ por el servicio de mesa por persona (nada del otro mundo), además del botellón de agua de 0,5L a 2,40€ aprox. Lo que nos pareció un precio excesivo. Hablando de la comida...Por ejemplo, las judías con foie estaban muy buenas pero apenas tenían foie. Lo que más nos gustó sin duda fueron los champiñones. El sitio en sí está muy bien, pero nos pareció bastante caro. Lo recomendaría si vas con tus padres o si no te importa demasiado el presupuesto