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Especial atención por parte de Plácido (nos aconsejó en todo momento), la fritura de pescado espectacular, las tapas variadas y sabrosas sus patatas a la brava, pimientos de padrón... Y buen precio. Lugar recomendable, para repetir
Llegamos a este lugar sin tener otra opción un martes de puente de constitución en el que estaba todo Málaga a tope. La fritura variada estaba bien en cuanto a variedad y cantidad pero muy salada y la materia prima era de calidad media. Pedimos además boquerones, ensaladilla rusa y choricitos picantes en vino y todo fue de calidad media. Del camarero que estaba encargado de la terraza, no tengo nada bueno a decir. No logré en ningún momento tener su atención. Por suerte salió un camarero de barra que fue muy amable con nosotros. La ubicación del lugar es muy buena.
Tuvimos la suerte de encontrar este sitio para comer cuando el resto estaban imposibles por el puente y el partido. El camarero estaba solo con el local lleno y aún así fue muy eficaz, amable y nos atendió fenomenal, al igual que el resto del personal. La comida muy rica y nos invitaron a ensaladilla por la espera, a pesar de que no tienen por qué y en otros muchos sitios ni siquiera piden disculpas. En resumen, genial trato y comida. No comprendemos ciertos comentarios negativos y la poca empatía de algunas personas. Deberíamos cuidar de los trabajadores, el cliente no siempre tiene la razón. Gracias ?
Comida ramplona, servicio muy lento. Mollete de pringá frío, de lomo duro y seco, pimientos de Padrón con mucho aceite. Hemos tardado 2 horas en comer de tapas
Ubicada en pleno centro histórico, esta taberna cuenta con mesas en un estrecho callejón peatonal, y salón interior. Su carta nos ofrece platos para compartir, algunos de ellos con la opción de pedirlo en forma de tapa; también montaditos, tostadas, pescado frito, carnes y productos ibéricos. Acudimos para cenar y optamos por una tapa de croquetas de solomillo al Pedro Ximénez, una tosta de atún en manteca y una ración de atún encebollado. Para beber, una pinta de cerveza y dos cañas, sumando la cuenta 30,60 € para dos comensales. Nos decepcionó; las croquetas con el centro totalmente frío, como si las hubieran frito directamente del congelador sin dar el tiempo suficiente, y en cuanto al atún encebollado, ni un indicio de frescura, con mucho sabor a rancio. En cuanto a la atención, nada que objetar, muy correcta. Como anécdota, solo nos dieron la carta en inglés (ver foto ?), pero bueno, tampoco tiene mayor importancia, como estaba muy clarita ni siquiera la pedimos en español. Lamentándolo mucho no le puedo dar una buena puntuación; no obstante le daré un voto de confianza suponiendo que ha sido algo puntual, ya que por el resto de comentarios veo que la inmensa mayoría de clientes termina muy satisfecha.
Muy mal! No pongo menos puntuación porque no se puede! Nada más llegar al camarero le pregunto si las mesas del fondo están con reserva y me salta malamente. Después de pedir dos tapas nos dice la camarera que los dos fogones que tienen están ocupados, que no pueden servir nada más caliente. Y las cañas a 2.25€ un robo.
Pedimos unas tapas para probar un poco de todo. La cantidad y la buena calidad perfecta. Recomiendo las croquetas de solomillo al PX y el atún encebollado. El trato de los camareros un 10. Volveremos
Taberna el Tato. Donde NO puedes pasar un buen rato. Comida muy normalita con un solo camarero para 15 mesas. Prepara un buen rato para ser atendido en la taberna el Tato. Además, el único camarero que tienen me mintió, diciéndome que me invitaba a un vino por las molestias y luego cobrándomelo y haciéndose el loco. Tremendo. Huyan.