-
Una terraza excelente, unas vistas espectaculares y un servicio aún mejor. Nos atendió Alexander un chico muy atento y profesional, nos sentimos muy cómodos. La comida estaba exquisita y la actuación del bolero inmejorable, sin duda repetiremos. Esta muy bien tener un sitio tan acogedor en la capital.
Precioso restaurante en la terraza del hotel Silken Saaj Las Palmas con vistas a la playa y al puerto. Carta reducida con muy buena pinta. Cené un carpacho de ternera muy sabroso. La atención estupenda. La nota, con bebida e infusión, 14€.
Mi novio y yo cenamos y tomamos un cocktail por 53€, no está nada mal. La comida es de excelente calidad y las vistas son bonitas. El personal muy atento. Se puso a llover y rápidamente nos dieron indicaciones acerca de donde ir. Los cócteles muy ricos. Repetiría y lo recomiendo
Terraza restaurante en la azotea del hotel. La ubicación y decoración está muy bien aunque tal vez algo oscura para comer. La comida está bien aunque en algunos platos básicos como las papas algunas no estaban bien. Por lo demás, la atención del personal es buena y es un buen sitio para tomar algo tranquilamente.
Es un sitio muy relajante y elegante. Los/as camareros/as son muy majos/as, tienen muy buen trato con los clientes. Son atentos. Atiende rápido y siempre están pendientes a tus necesidades. En la terraza hay muy buenas vistas. La comida está muy rica y a un buen precio. 100% recomendable.
Sitio muy agradable tanto para cenar como para tomar algo. Los platos buenos y las camareras encantadoras. Para repetir sin duda. Además tienen musica en directo
Mañana de domingo soleado que empieza de forma perfecta con un Brunch en la terraza de la última planta del Hotel Silken. El menú comienza con unas mimosas o aguas de Valencia, zumos de naranja y cafés. Seguido de una tosta de aguacate con gambones y un vaso de muesly, crema y frutos secos. De plato principal focaccia con tomate y ensalada, y pan de pita con pisto de beterrada. Y de postre crepes con dulce de leche y brownie con salsa de frutos rojos. La música muy agradable. El personal muy atento y agradables. Y la experiencia fenomenal.
Muy bonitas vistas. Mejor para cenar. Si hace mucho sol, las sombrillas no cubren todas las mesas. La carta es muy pequeña pero todo rico. Buena calidad precio.