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Fuimos a comer un grupo de amigos. Tanto el servicio como la comida estuvieron de lujo. María nos atendió desde la reserva hasta que nos fuimos de forma maravillosa. Sin duda un sitio para repetir. Comimos el menú de Navidad y no faltó ni un detalle y de precio bien.
Su apertura fue en el 2020. Este lugar contiene una terraza amplia, vestida de asientos con silleria boston y lewis . Hay una carta variada, por ejemplo Tataki de atún, ensaladilla rusa, paellas, etc. Atienden muy bien, hay dos personas. El trato de Maria es muy cercano y agradable. Por cierto la veis en la foto vestida de flamenca, muy guapa. La decoración moderna y sencilla .Quizás te preguntes sobre el nombre del bar, pues te comento, que ya no hay excusa para deleitar hoy mismo un plato de aquí y lo sabrás. Hay un refrán ucraniano que dice " aunque el lobo se harte de comer, sigue mirando al bosque" para que no te pase, pidete un cocktel, sera otro motivo para quedarte un ratito más.
El sitio es bastante agradable y la comida muy buena. La atención del camarero fue muy amable. Las porciones de los entrantes y los principales son generosas.
Buen sitio para picar con amigos , a destacar el tartar de atún , uno de los mejores que he porbado. Fui para celebrar una ocasion especial y nos atendió el camarero muy bien . Para repetir .
Fuimos pensando que las tapas eran las de Google, pero cuando llegamos, vimos que la carta no había nada de lo de las fotos y las cosas que había eran muy de turistas, se lo comenté al camarero y me dijo que sería con el antiguo dueño, que él llevaba solo un mes. Conclusión, la puntuación, las fotos y las valoraciones, no son de este restaurante, son el anterior que había ahí. Pedimos unas albóndigas que vinieron con la salsa mal ligada y las patatas refritas y pollo al curry que al final no había. No nos gustó el engaño y, a parte, la comida. No volveremos
Otro restaurante con buena terraza y salón interior grande muy bien decorado,Pablo el camarero súper atento y la comida muy buena ,repetiremos
Nos atendieron muy bien y la comida en general estaba muy buena, pero hay algo que no se puede pasar por alto, y es que es un sacrilegio echarle jengibre a una paella. Nosotros nos la comimos porque nos gusta el picante y el jengibre en especial, pero reconozco que para cualquier persona que quiera disfrutar de una paella (española), la que nos pusieron sería para devolverla a cocina porque su sabor no tiene nada que ver con lo que se espera de una paella!!! Lo siento, pero ésto tendrían que corregirlo, por lo demás todo perfecto!!!
Le doy una estrella porque no puedo darle menos, en principio el sitio agradable al igual que el camarero, tardaron en servirnos mucho tiempo, pedimos salmón y una tosta de queso con anchoa, la primera aceptable sin más, eso sí demasiado pequeña para 7,50 €, cuando llegó el salmón, muy pequeño también, estaba congelado por dentro, se le volvieron a llevar, al rato sale el camarero y me dice que van a tardar, le digo que no me le traiga y al momento sale con el plato y el salmón echando humo de lo caliente que estaba, le metieron al microondas y estaba absolutamente seco, lo comi xq era muy tarde y tenía hambre, las verduras que le acompañaban estaban crudas, esas no pude comerlas. En fin una mala experiencia que arruinó un bonito día en Malaga. Como detalle nos cobraron 2€ menos por el salmón. No volveré ni lo recomendaré a nadie